La isla de Mallorca fue bendecida por los dioses con un precioso paisaje de montaña y bosque, playas y aguas de ensueño y un clima muy agradable a lo largo de todo el año. Por ello, atrae cada año a millones de visitantes, siendo el verano la temporada álgida para el turismo.
Sin embargo, puede haber ciertas aglomeraciones de gente en el período estival. Para evitar caer en ellas, lo mejor es tener planes alternativos en una isla que ofrece decenas de actividades con las que disfrutar de un verano inolvidable.
Aprender español
La única forma de aprender bien un idioma es viviéndolo en el país en el que se habla. El español cada vez está más de moda y los extranjeros se interesan por la lengua de Cervantes, sabiendo que les abre las puertas, no solo de España, sino también de toda Latinoamérica.
En la isla de Mallorca hay varias escuelas de español para extranjeros, como Spanish School DILO, donde te ayudarán con la gramática y la fonética. De todas maneras, la mejor manera de practicarlo es entrando en contacto con las personas autóctonas de la isla. Como las meigas en Galicia, haberlas haylas.
Deportes acuáticos y aventura
La orografía de la isla de Mallorca hace que sea realmente propicia para la práctica del deporte al aire libre.
Imagen: Kyle Taylor

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Con el calor del verano apretando, las modalidades deportivas más escogidas suelen ser aquellas que implican remojarse en el Mediterráneo. Las limpias aguas de las costas mallorquinas son perfectas para la exploración submarina, ya sea con bombona o con tubo. También el deporte de la vela tiene un lugar de honor en el pódium, con uno de los mejores, y más concurridos, puertos deportivos del país. Motos acuáticas, paddle surf o kayaking podrían completar la lista.
Pero Mallorca no es solo su mar. Las montañas y bosques mallorquines permiten practicar el senderismo y, para los que busquen algo más de adrenalina, el descenso de cañones.
Ruta de pueblos
Aunque la capital de la isla de Mallorca, Palma, ofrece al visitante ocio, historia, monumentos, compras y mucho más, los bonitos y pequeños pueblos que jalonan la isla son perfectos para realizar visitas cortas y disfrutar de aire puro y tranquilidad.
Algunos lugares perfectos para ello son: Villademossa, donde Chopin y Borges encontraron su inspiración; Deià, pequeño pueblo de montaña donde destacan un bonito hotel rural y un restaurante con estrella Michelín; y Fornalutx, uno de los pueblos más pintorescos de España.
Alquila un coche y recorre estos rincones a tu propio ritmo, sintiendo el pulso relajado de la isla.
Música, teatro y cine bajo las estrellas
Durante los meses de verano, la vida cultural de Mallorca es intensa y diversa, llegando a públicos de todas las edades y concentrando un gran número de eventos al aire libre.
En el apartado musical destacan conciertos como el Festival Internacional de Música de Deià, el Mallorca Rocks, el Festival Internacional de Jazz de Sa Pobla, o, en un entorno natural inmejorable, el Concierto Coral del Torrent de Pareis, en la Sierra de Tramontana y muy cercano a la bella cala de Sa Calobra.
Imagen: Morpheos
Shakespeare y Calderón de la Barca se representan al atardecer al aire libre o en el teatro principal de Mallorca.
Para los aficionados al invento de los hermanos Lumière, la ciudad de Palma ofrece la posibilidad de disfrutar de películas, al aire libre y de forma gratuita, en el Parc de La Mar, situado justo frente a la catedral de La Seu.
Fiesta
Como buen lugar de turisteo veraniego español, Mallorca tiene una vida nocturna que hará las delicias de aquellos que gustan de acostarse con el canto del gallo. En la capital, Palma, podemos empezar la noche tomando unas cervezas y tapas en cualquiera de las tascas de la zona de Santa Catalina. Después continuaremos en los bares y discotecas de la zona del Paseo Marítimo, destacando la legendaria Tito´s y Pachá.
Imagen: Cristian Bortes
Fuera de la capital, tenemos la discoteca Barracuda, en Puerto de Andratx, y Menta Disco, en Puerto Alcúdia.
Paseo en globo
Una actividad que se está poniendo de moda en varios lugares de España y del resto de Europa. Contemplar la belleza de la isla de Mallorca desde las alturas, y a un ritmo pausado, es ahora posible gracias a la compañía Mallorca Balloons.
Podrás subir hasta 1000 metros de altura y si hay un día despejado, incluso llegar a divisar las islas de Menorca y Cabrera.
Rincones secretos
En verano, las playas de la isla que se encuentran cerca de núcleos urbanos tienen buenas instalaciones o están bien comunicadas por carretera, se convierten en auténticos hervideros de gente que viene con ganas de disfrutar del sol, la arena y el agua.
Si lo que quieres es un poco de tranquilidad y poder gozar de la belleza natural de las calas y playas mallorquinas sin tener que luchar por un palmo de terreno donde dejar tus cosas, existen alternativas.
En la zona de la Tramontana está la cala de Banyalbufar, de piedra fina y con un chorro de agua dulce que emerge de la pared del acantilado que la resguarda. Desde allí podemos hacer una pequeña excursión a pie hasta Punta Sa Galera, de dimensiones minúsculas y gran belleza natural.
Siguiendo la carretera de la Tramontana en dirección a Sóller tenemos Port des Canonge, que nos ofrece un paisaje idílico con pequeñas barcas de pescadores y bosque mediterráneo.
Imagen: lima58
Llucalcari y Betlem también son perlas del norte de la isla mientras que alrededor de la zona de
Santanyí encontraremos las bonitas calas del sur. Algunas de ellas son Es Caragol, Cala Llombards y Es Caló des Moro.
Si te aburres en Mallorca, no será por la falta de opciones. Y recuerda que la moneda en curso en España es el euro. Si la tuya no lo es, podrás cambiarla a tu llegada en cualquiera de las oficinas que Global Exchange tiene en el Aeropuerto de Palma de Mallorca.
Imagen de portada: Yngvil Osdal Runde.