¿Imaginas unas vacaciones en Tenerife en las que los protagonistas no sean el mar y el sol? Seguramente no sea la forma más habitual de disfrutar de esta isla canaria, pero si quieres conocer otra cara de Tenerife (España), nada mejor que hacer algo de turismo rural. Unos días conociendo esos pueblos que poco tienen que ver con otros tan conocidos como Garachico o La Laguna brindan al viajero la posibilidad de descubrir la cara más desconocida de la más turística de las islas Canarias.
Son muchos los pueblos escondidos entre montañas y acantilados. Algunos, cercanos a otras poblaciones más conocidas de Tenerife. Otros, en los alrededores del Parque Nacional de las Cañadas del Teide. Todos viven alejados del turismo de masas y ofrecen una cara muy diferente a la más conocida de esta isla, esa en la que subir al Teide y las playas tienen casi todo el protagonismo.
Aripe
En esta localidad cercana a Guía de Isora se conservan los conocidos como grabados de Aripe. Se trata de la primera muestra de arte rupestre de Tenerife. Una buena razón para llegar hasta este caserío en el que viven cerca de 100 habitantes.
Otra excusa para visitar Aripe es ver su ubicación en la confluencia de barrancos. Al unirse en la localidad forman el conocido como Barranco de Guía. Allí hay buenas zonas de cultivo que se benefician del amable clima de la zona.
Chirche
Cerca de Aripe, en la carretera que parte del centro de Guía de Isora, se encuentra Chirche. Este tranquilo y bonito caserío tinerfeño es conocido por el encanto de sus típicas casas canarias que datan de los siglos XVIII y XIX.
Ubicado sobre un antiguo asentamiento guanche, la localidad basó su economía, desde el siglo XVII, en la ganadería y más tarde también en la agricultura, ambas actividades ligadas para siempre a Chirche. Si se visita el caserío durante la segunda quincena de julio, se puede conocer la celebración del Día de las Tradiciones, una representación del modo de vida de los lugareños.

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Algunas de las antiguas construcciones de esta localidad se han convertido en casas de alojamiento rural. Una perfecta elección para conocer esta parte de Tenerife y disfrutar de la calma que regala la ubicación de Chirche.
La Hoya
En esta localidad, hoy casi deshabitada, hubo un asentamiento aborigen. Más tarde, fue el primer lugar de la zona en el que los conquistadores se instalaron. En los alrededores de La Hoya se pueden ver esos cultivos cubiertos por ceniza volcánica tan singulares de las Canarias.
Durante el paseo por sus calles se pueden ver esas casas levantadas con piedra y barro cubiertas por tradicionales tejas curvas que salieron del antiguo horno que aún se encuentra en este rincón canario. Desde La Hoya, merece la pena ir a ver Aldea Blanca, una casa-granero que abasteció al sur de la isla y que está edificada en estilo canario.
Caserío de Masca
Este caserío es un bien de interés cultural, algo indicativo de que debe merecer la pena conocer el lugar. Sus casitas están sobre la cresta de la montaña, al filo del abismo que forman los barrancos más hondos de la isla. El mejor lugar para apreciar el conjunto del Caserío de Masca es el Mirador de Cherfe, en la carretera que llega al pueblo desde Santiago del Teide.
Para hacerse una idea de lo alejado que está este lugar de la civilización, decir que hasta hace no mucho las carreteras eran poco más que caminos polvorientos. Y la electricidad hace poco empezó a alumbrar las casas de este recóndito lugar.
Se debe recorrer el caserío en busca de la casa de los Avinculados, en el Caserío de Piedra, o una minúscula iglesia del siglo XVIII. Hay también un museo y un centro de artesanía, ambos en el interior de una de las casas de la localidad. Y en los alrededores hay un conjunto arqueológico con grabados rupestres.
Casas rurales en Tenerife
No hay mejor manera de disfrutar del turismo rural en Tenerife que olvidándose de los grandes complejos hoteleros y alojándose en alguna de esas casas rurales con encanto repartidas por la isla. Aquí os dejamos algunas sugerencias que seguro que convencerán a más de uno y una para vivir Tenerife de una forma diferente.
Alenes del Mar (San Juan de la Rambla)
Esta casa del siglo XVIII se restauró en 2010, manteniendo la configuración original. Situada al borde del mar y en el Camino Real que llevaba a Garachico, esta tiene impresionantes vistas del mar desde una de sus terrazas. Desde las otras, son los campos plantados de plátanos, duraznos y mangos los que se ven como una alfombra verde que se funde con el azul del océano.
Situada a tan solo 40 kilómetros de Santa Cruz de Tenerife, alojarse en esta casa rural permite disfrutar de un enclave privilegiado, perfecto para practicar deportes como el senderismo, el surf o el ciclismo de montaña.
La Rambla de los Caballos (Los Realejos)
Si os gustan las puestas de sol, esta casa será vuestro lugar en Tenerife. Situada sobre un acantilado, cada tarde se puede ver atardecer envuelto en el aroma de las flores. Ubicada en plena naturaleza, en esta casa rural se puede disfrutar de la brisa del mar y del silencio.
La casa está rodeada de una finca con flores de pascua y plátanos y tiene acceso privado a la playa. Además, por su ubicación cerca del Camino Real, es un lugar perfecto para practicar el senderismo.
Mamá Lola (Arico el Nuevo)
Una de las casas rurales más originales de Tenerife es Mamá Lola. Construida en tres niveles, está situada en una antigua empaquetadora de tomate. Sus elementos más característicos son un patio con cantidad de flores y un típico balcón canario.
Ha sido decorada con multitud de detalles y con todas las comodidades y se encuentra en una ubicación perfecta para aquellos que quieran visitar lugares de interés o practicar deportes como el submarinismo o la escalada, además de, por supuesto, el senderismo.
Casa Vidal (Chirche)
Construida en el año 1850, este espacio se restauró en el 2000 para pasar a ser una bonita casa rural. Se encuentra en Chirche y es el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad de un enclave rural. Alrededor de esta bella localidad hay caminos tradicionales perfectos para dar largos paseos.
Estanco Viejo (Taucho)
Formado por dos casas rurales de finales del siglo XVIII, Estanco Viejo está rodeado de amplios espacios libres con huertas y jardines. Las casas han sido restauradas siguiendo los criterios de la arquitectura tradicional canaria y desde el lugar se puede disfrutar de buenas panorámicas del Teide, La Gomera, La Palma y El Hierro.
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Imágenes: Elizabeth Gomm, Mike Beales, VaqueroFrancis, ylesram.