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Mascate, un paseo por la tradicional capital de Omán

Mascate, un paseo por la tradicional capital de Omán

Omán es uno de los países más interesantes, tanto a nivel histórico como artístico, de la península arábiga. Un lugar extremadamente hospitalario que mantiene sus esencias milenarias y un absoluto respeto a sus tradiciones, a diferencia de otros estados de la región, como los Emiratos Árabes Unidos o Qatar, que han abrazado la más desenfrenada modernidad al son de los rascacielos surgidos de los petrodólares.

Toda visita a Omán debe empezar por su capital, Mascate, una agradable población que el viajero bien hará de disfrutar durante al menos un día entero, antes de proseguir su visita por este país tan rico en historia, legado cultural y paisajes naturales.

La visita a Mascate (Muscat, en inglés) debe empezar por la maravillosa mezquita del Sultán Qaboos, uno de los escasos guiños a la modernidad y la ostentación (junto a la Ópera Nacional de la que también hablaré) que se ha permitido el país. Esta es la única de las mezquitas del país que está abierta a las visitas turísticas. Sin embargo, hay que ceñirse a un horario concreto, de 8.30 a 11.00 h, excepto los viernes. No se ha escatimado en gastos a fin de construir un edificio bellísimo, con materiales llegados de los cuatro confines del mundo. Un consejo: si sois mujeres, llevaros algún pañuelo que os cubra pelo y brazos. De lo contrario, podréis alquilar una chilaba, pero al precio de 5 euros al cambio (la moneda en curso en este país es el rial omaní).

Tras la mezquita es hora de tomar rumbo a otro edificio moderno y ostentoso (como comento, son pocos los que pueblan está ciudad marcada por la tradición). Se trata de la Royal Ópera House, un edificio esplendoroso que supuso un regalo del querido Sultán Qaboos a su pueblo. Merece la pena recorrer el teatro gracias a alguna de las visitas que se ofrecen por la mañana. Nos maravillaremos con sus maderas nobles y con un esplendoroso lobby que nada tiene que envidiar a ninguno de los grandes teatros europeos. Los tours tienen lugar a diario excepto viernes, entre las 8.30 y las 14.30 h y tienen un coste de 3 riales omanís.

Tras la visita a la ópera es momento de acercarse hasta el paseo marítimo de Mascate, la bella Corniche localizada en una bonita bahía que haces las funciones de puerto natural.

Merece la pena aprovechar lo que queda de la mañana para acercarse hasta el interesante Mercado del Pescado. Aquí se vende la mercancía fresca llegada cada mañana al puerto de Mascate. El ajetreo es considerable en este mercado cubierto, pero una cosa nos llama la atención: tanto el conjunto de pescaderos como los compradores está compuesto único y exclusivamente por hombres. Este será un fenómeno que se repetirá en todos y cada uno de los bazares de Mascate y del resto del país. Hasta caer la tarde, las primeras mujeres no aparecerán por la calle y en casi ningún momento lo harán solas.

Paseando por la Corniche nos fijamos en el enorme yate real que fondea justo enfrente del paseo marítimo. Se trata de uno de los emblemas del país. El Sultán Qaboos es especialmente querido por la población. A él se atribuye el enorme paso al frente que ha acometido el país es los últimos 30 años, con un sistema sanitario y social que es la envidia del resto de países de la región, pero sin perder un ápice de su más arraigada tradición.

Nos dirigimos hasta el bazar de Mutrah, que es el nombre del barrio en cuestión. Estrechas callejuelas encaladas se mezclan con más amplios pasajes, de corte más moderno, pero estupendamente dispuestos para el disfrute tanto del visitante como del lugareño. Se trata de un zoco vivo pero especialmente activo con la caída de la tarde. Las tiendas locales, con predilección por la venta de dishdashas y turbantes, la vestimenta tradicional omaní, o la del omnipresente incienso, originario de estas tierras, se alternan con comercios más dedicados al turista. Es este un buen lugar para adquirir un khanjar, la clásica daga omaní convertida en auténtico símbolo nacional.

No olvidéis de tomar un lemonmint, la refrescante bebida que hace las funciones de bebida nacional en este caluroso país y que se ofrece en casi todas las terrazas de la Corniche, un lugar estupendo para ver pasar la vida.

Tras el breve descanso, un corto paseo nos acerca hasta el Zoco del Oro. En este bazar comprenderemos que el nivel socioeconómico de Omán no es precisamente bajo. Filigranas de oro en forma de brazaletes o pesados collares parece multiplicarse en este inacabable bazar dedicado a la venta de oro.

Tras visitar Mutrah es momento de desplazarse hasta la siguiente zona de interés de la capital omaní. Nos referimos a Old Mascate o la Vieja Mascate. Es esta una zona mucho más tranquila y apartada del ajetreado barrio de Mutrah. Y fue precisamente aquí donde se originó buena parte de la ciudad, aunque actualmente solo queden algunos vestigios de ella y varios edificios gubernamentales.

Tras pasar la Puerta de la Vieja Mascate dirigimos nuestros pasos hacia el Museo Bayt-Al-Zubair . Se trata de un museo privado que nos presenta un recorrido sobre las tradiciones de las distintas regiones de Omán. Una excelente introducción histórica, artística y etnológica de este fascinante país.

Tras esta visita, un paseo de cinco minutos nos llevará hasta el moderno y original Palacio del Sultán Qaboos. Sus formas son ciertamente curiosas y no tienen parangón en ningún palacio real que hayamos tenido la oportunidad de visitar. Por desgracia no podemos visitar sus dependencias y nos tenemos que conformar con las vista del exterior.

Dominando el Viejo Mascate se disponen dos viejas fortificaciones. Son testigo de la época de dominación portuguesa de la ciudad, cuando los lusos dominaban por completo la costa omaní allá por el siglo XVI. Sus nombre, fortalezas de Al-Mirani y Al-Jalali.

Tras visitar esta zona de Mascate la tarde ha caído y es hora de buscar un lugar donde cenar. Una buena idea es disfrutar del buffet temático (22 OMR) del restaurante Al-Khiram del Hotel Al Bustam Palace. El establecimiento fue construido con motivo de la elección de la capital omaní como sede de la Cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo de 1985. Lujo por doquier para terminar con glamour una excelente jornada en Omán, esta encantadora ciudad árabe que ha sabido mantener las esencias de su rica tradición.

Tras visitar Mascate, es momento a lanzarse a descubrir el resto de Omán, un país que tiene mucho que ofrecer.

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La moneda en curso en Omán es el rial omaní. Para viajar hasta allí, podrás cambiarla por la tuya con Global Exchange, que cuenta con casas de cambio de moneda en los principales aeropuertos de más de 20 países. Consulta las oficinas en tu país y viaja con tranquilidad, siempre con la moneda lista para pagar todo lo que necesites.

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