Uno podría pensar que Moscú, la capital de Rusia, no es más que una ciudad gris y de corte soviético con escaso interés. Nada más lejos de la realidad.
A menudo eclipsada por la zarista San Petersburgo, la ciudad de Moscú es tan generosa en patrimonio que hasta cuatro lugares forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad mundial. ¡Te los enseñamos!
Conjunto conventual de Novodévichi
El convento de Novodévichi no es uno más de los muchísimos cenobios del país. Se trata de uno de los más importantes e históricos monasterios de Rusia y está considerado como uno de los paradigmas del arte barroco ruso.
Para llegar hasta aquí tenéis que tomar el metro (la línea roja) y bajar en la parada Sportivnaya. Desde aquí no tenéis más que un corto paseo de unos 5 minutos hasta llegar hasta Novodévichi. Como es habitual en los monasterios rusos, todo el recinto permanece amurallado, además de presentar varias torres de vigilancia.
La entrada es bastante monumental y está coronada por 5 cupulillas doradas que se culminan con las clásicas cruces ortodoxas. En el interior de las murallas se pueden visitar varios recintos. De todos ellos, el más espectacular es la Catedral de Smolensk. Se trata de un templo que conserva sus frescos del siglo XVI, así como un precioso iconostasio tallado en madera. Otra parte del monasterio está acondicionada a modo de museo. Dispone de una colección de arte ruso antiguo, iconos y telas que van del siglo XVI al XX. Para entrar al Convento de Novodévichi hay que pagar una entrada de 300 rublos rusos (casi 4 euros).

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Kremlin de Moscú
La idea de que Moscú no es más que una ciudad llena de burócratas donde reside el poder de la antigua Rusia llega al zénit en el Kremlin de Moscú. Pues bien, hay que quitarse esta idea de la cabeza. El Kremlin de Moscú es uno de los conjuntos monumentales más extraordinarios de Europa.
Dentro de la ciudad no solo se ubica el Gran Palacio del Kremlin, donde el presidente de Rusia realiza las recepciones oficiales. Cierto que el Kremlin (palabra eslava que significa «fortaleza») es la sede del gobierno y el senado del estado. Pero además, aquí encontramos hasta 4 catedrales separadas por escasamente unas decenas de metros. Verdaderamente asombroso.
Este espacio, museizado en la actualidad, permite visitar las Catedrales de la Anunciación (eran utilizadas por los zares y príncipes rusos), la del Arcángel (donde están enterrados buena parte de los príncipes moscovitas, así como los primeros zares de Rusia), la del Manto de la Virgen de Rusia (usada por los Metropolitanos de Moscú y de los Patriarcas Rusos) y la de la Dormición (iglesia principal del estado ruso).
Para visitar el Kremlin de Moscú hay que pagar una entrada de 500 rublos (algo más de 6 euros). Además, si se desea visitar la Armería, hay que pagar otros 700 rublos (unos 9 euros).
Plaza Roja de Moscu
Otro de los lugares que forman parte del imaginario de la más fría Rusia es su Plaza Roja. Es algo así como el centro de la gran ciudad y una de las plazas más grandes de Europa, rodeada por alguno de los edificios más emblemáticos del país. El más destacado, sin duda, es la Catedral de San Basilio. Auténtico prototipo del estilo nacional ruso, es uno de los templos arquitectónicamente más sorprendentes que jamás se hayan construido. San Basilio fue edificado a mediados del siglo XVI por orden del zar Iván el Terrible. El juego de cúpulas, en forma de bulbo de cebolla y multicolores, ha servido de modelo para muchas iglesias ortodoxas rusa.
También en esta plaza se localizan los Almacenes Gum. Paradigma del almacén estatal soviético, hoy se han convertido en verdaderos templos del lujo. No hay marca internacional que se precie que no desee tener una tienda en estas famosas galerías cubiertas.
Otros lugares de interés en la Plaza Roja de Moscú son el Mausoleo de Lenin o el Museo Nacional de Historia, situado en un bellísimo edificio de color rojizo que cierra uno de los flancos de la plaza Roja.
La Plaza Roja de Moscú fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial, junto al Kremlin, en 1990.
Iglesia de la Ascensión de Kolómenskoie
Situado en un parque, a 12 kilómetros del centro de Moscú, encontramos este complejo arquitectónico que fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial en 1994. Aquí se localiza un gran museo dedicado a la arquitectura de madera tradicional rusa, con enormes torres e iglesias. Para llegar hasta aquí, tenéis que tomar la línea 2 del metro (verde oscuro) y apearos en la estación Kolomenskaya.
Esta zona fue habitada en la antigüedad por los zares de la antigua Rusia. Sin embargo, la gran estrella del lugar es la iglesia de la Ascensión, erigida en 1532 para celebrar el nacimiento del príncipe imperial, que a la postre se convertiría en el zar Ivan IV. Su cúpula, de forma piramidal, poco tiene que ver con la bulbosa de San Basilio, pero igualmente sirvió como prototipo para muchas de las iglesias del país.
Como veis, Moscú es mucho más que grandes avenidas y edificios de corte soviético. Se trata de una ciudad que alberga una historia apasionante y unos edificios dignos de su grandeza. Visitar los lugares incluidos dentro de la lista del Patrimonio Mundial se convierte en obligatorio, si se quiere disfrutar de los mejor de la capital rusa.
Dónde cambiar moneda en Rusia
Para viajar a Rusia, necesitarás rublos rusos. Podrás cambiar tu moneda por esta antes de tu viaje, en cualquiera de las oficinas de Global Exchange en el mundo o en el propio país. Consulta la ubicación de sus oficinas en el siguiente mapa:
Imágenes: Jeremy Baucom, Валерий Дед, Bernt Rostad, Magalie L’Abbé y A.Savin.