Halloween en el Parque de Atracciones del Tívoli de Copenhague

El Parque de Atracciones del Tívoli, en Copenhague, es uno de los alicientes más importantes de la capital danesa. Particularmente, si se viaja con niños. No se trata de ningún gran parque temático al estilo de Disneyland París o al del también danés, Legoland de Billund. Al contrario, es un parque de atracciones de gusto antiguo, muy en la línea de los parques del Tibidabo de Barcelona o el Prater de Viena.

Porque los Jardines del Tívoli, que es el nombre que recibe este parque de atracciones nostálgico, abrieron las puertas, por vez primera, hace la friolera de más de 170 años. Concretamente, en 1843. Enseguida se convirtieron, como no podía ser de otra manera, en uno de los lugares más queridos por los lugareños.

En aquel momento, la excusa para edificar este parque de atracciones no fue otra que la de entretener a los daneses, mientras el absolutista monarca Cristian VIII campaba a sus aires. Pero la verdad es que la idea cuajó y, aún ahora, tanto visitantes como los mismos habitantes de Copenhague siguen considerando el Parque de Atracciones del Tívoli como uno de los lugares más apetecibles de la ciudad.

El Tívoli durante Halloween

Sin embargo, hay que saber que los Jardines del Tívoli no abren sus puertas durante todo el año. Son cuatro los periodos en los que se puede visitar el parque. Para la temporada 2017-2018, por ejemplo, han sido estos:

• Verano: del 6 de abril al 24 de septiembre.
• Halloween: del 13 octubre al 5 noviembre.
• Navidad: del 18 de noviembre al 31 de diciembre.
• Invierno: del 2 de febrero al 25 de febrero.

Es, pues, precisamente durante la segunda quincena del mes de octubre, durante la festividad de Halloween, cuando los Jardines del Tívoli muestran sus mejores galas.

Se trata de un momento precioso, casi mágico, donde el parque de atracciones se ambienta con una infinidad de calabazas de todos los tamaños. Toda la decoración del parque hace referencia a este momento puntual, tanto los pequeños jardines como las propias atracciones. Incluso se puede asistir a un concurso de calabazas gigantes, donde estas bayas quedan expuestas al público y donde podremos encontrar algunos ejemplares cuyo peso alcanza varios centenares de kilos.

Es una época, además, durante la que en Copenhague oscurece relativamente pronto, de manera que al caer la tarde el parque queda alumbrado por un sinfín de bombillas anaranjadas que, junto a una infinidad de calabazas también iluminadas, convierten el espacio en un lugar ciertamente reluciente.

Las atracciones del Tívoli

No penséis que en los Jardines del Tívoli encontraréis atracciones del estilo del mítico Dragon Khan. Aunque ciertamente podemos disfrutar de nuestra dosis de adrenalina, en líneas generales se tratará de los clásicos tiovivos o montañas rusas del tamaño  mediano. Sin embargo, algunas atracciones sí que proporcionan al visitante su momento de emoción. Una de ellas es el Demon o Demonio. Un buen paseo a base de bucles a toda velocidad y cuya altura alcanza los 28 metros. No menos espectacular es La Mina, otro paseo por lugares oscuros que hace las delicias tanto de mayores como de pequeños (a partir de 8 años).

Sin embargo, los más nostálgicos no deberían perderse la clásica noria. Desde sus alturas se puede disfrutar de unas estupendas vistas de los Jardines del Tívoli y del centro de Copenhague.

Los espectáculos del Tívoli

No solo de atracciones vive el Tívoli. Porque durante vuestra estancia en el parque de atracciones podréis asistir a distintas representaciones teatrales. Unas de las más aclamadas son las que se celebran en el teatro de pantomimas. Nuevamente, tanto mayores como pequeños disfrutan de un original espectáculo que se efectúa en uno de los pabellones más antiguos del parque. En otras ocasiones, se podrá disfrutar de espectáculos de circo o teatro o, incluso, de conciertos musicales.

Precios para visitar los Jardines del Tívoli

El precio de la entrada en los Jardines del Tívoli es distinto según la temporada. Durante Halloween, el acceso tiene un precio de 120 coronas danesas (DKK), unos 16 euros, siendo gratuito para los menores de 8 años. Este precio no permite el uso de las atracciones, pues solo da acceso al propio parque, así como a buena parte de los espectáculos. Sin embargo, se puede adquirir un billete que da acceso a todas las atracciones a partir 375 DKK (270 DKK para menores de 8 años). Otra opción es pagar una cantidad en cada una de las atracciones que se desee.

Durante vuestra visita al Tívoli también podréis aprovechar para almorzar o cenar en alguno de los restaurantes más antiguos de Copenhague, cómo el Grøften (precios a partir de 800 DKK para las salchichas danesas), abierto hace más de 130 años y que está especializado en comida tradicional danesa.

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Lo dicho, si visitáis Copenhague durante el otoño, no os olvidéis de dar un buen paseo por este parque de atracciones nostálgico. El Tívoli no os defraudará.

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