Tanzania suele ser uno de los primeros países en los que pensamos cuando empezamos a planear un viaje al África negra, sobre todo cuando lo enfocamos a los safaris y a encontrar la naturaleza más salvaje. Pero no solo de safaris vive Tanzania porque es un país con muchísimas cosas que ofrecer.
Os dejamos una selección de 10 motivos para viajar a Tanzania.
1. Disfrutar de la naturaleza más salvaje.
Uno de los principales motivos, que probablemente sea el primero por el que este destino haya llegado a tu cabeza, es fundirte con la naturaleza más salvaje porque en Tanzania, pese a las limitaciones que nos dan los 4×4 o los camiones con los que se suelen realizar los safaris, sobre todo si vas fuera de temporada, cuando no hay demasiados turistas, poder disfrutar de tener un animal salvaje a solo unos metros, te aseguramos, es una experiencia única.
Ya puede ser un pequeño mono, un elefante o un majestuoso león, al final acabarás conectando con la naturaleza más salvaje.
2. Por sus cielos. Los más bonitos del mundo.
Lo habíamos leído y nos lo habían explicado cientos de veces, pero no podíamos imaginar lo que realmente es hasta que no lo vimos con nuestros propios ojos. En África, el cielo se viste de gala, tanto de día como de noche. Hay tantos tonos de azul y unas nubes tan increíbles que podrías pasar horas y horas únicamente mirando el cielo.

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Si, aparte, hablamos de los famosos «dedos de Dios», momento en el que los rayos de sol se cuelan entre las nubes, creando un efecto realmente maravilloso, podemos afirmar que África puede presumir de tener los cielos más bonitos del mundo.
3. Alojarte en hoteles con miles de estrellas.
En Tanzania, los hoteles no se miden con las calificaciones que tienen otros países. En Tanzania, alojarte en una tienda de campaña, en mitad de la sabana, muchas veces sin más infraestructura que la propia tienda, es la versión VIP con la que soñarías en cualquier otro país.
Aquí, estar rodeado de vida es algo habitual así que no te asustes si por la noche te ves rodeado de hienas o percibes el rugido de un león, ya que es algo más que normal y que forma parte del encanto de alojarte en plena naturaleza sin más intermediarios entre la naturaleza y tú que una simple tienda de campaña.
4. Vivir atardeceres llenos de magia.
Como decíamos antes cuando hablábamos de los cielos de África, los atardeceres también son otro de los motivos y de los grandes momentos que podrás vivir en Tanzania.
Cuando el sol empieza a esconderse en Tanzania, se produce uno de los momentos más mágicos del día. Los atardeceres en esta parte del planeta duran más que en el resto, pareciendo que quieren despedirse de la mejor manera posible: dejándote imágenes inolvidables, reflejándose en la sabana y salpicándola de tonos sorprendentes que, te aseguramos, no olvidarás nunca. Y si tienes suerte y una jirafa o un elefante asoma en el horizonte en ese momento, créete la persona con más suerte del mundo.
5. Por disfrutar de todo a cambio de nada.
Porque en Tanzania no todo es naturaleza y atardeceres inolvidables. Otro de los grandes motivos para viajar a Tanzania son sus gentes. Gentes que dan todo a cambio de nada, gentes que se paran para preguntar por tu vida, niños que muestran una sonrisa cada vez que se cruzan con un mzungu y gentes que hacen de este país uno de los más hospitalarios del mundo.
6. Emociones a flor de piel.
No podemos negar que un safari es una experiencia emocionante, pero ser conscientes de que tras cada árbol o tras cada rastro puedes encontrarte con una escena de la vida animal que probablemente no vuelvas a ver, es motivo suficiente para viajar por Tanzania con las emociones a flor de piel.
Escenas de animales cazando, crías que prácticamente acaban de nacer o un león que, de repente, se cruza en tu camino, haciendo que el 4×4 tenga que parar de golpe, son solo algunas de las imágenes que, seguro, se quedarán para siempre grabadas en tu retina.
7. Acercarte a Zanzíbar, un verdadero paraíso en el que disfrutar de las mejores playas del mundo.
Y no podemos olvidarnos de otro de los grandes alicientes de Tanzania, sus playas. Playas de arenas blancas y finas, rodeadas de arrecifes de coral en los que podremos disfrutar no solo del paraíso en el agua sino también fuera de ella, descubriendo pequeños pueblos de pescadores, que podremos identificar rápidamente viendo sus recolectoras de algas, metidas en el agua hasta la cintura, a los niños jugando en la playa o sus barcas artesanales a la sombra de los cocoteros. El plan perfecto con el que acabar el viaje a Tanzania después de unas jornadas de safaris.
8. Acercarte a la cultura masai.
Conocida por sus guerreros y por su cultura popular, los masai viven en Kenia meridional y en Tanzania septentrional. Son un pueblo nómada que, mayoritariamente, se dedica al pastoreo y vive en asentamientos llamados manyattas, que se componen de chozas hechas de paja, barro y excrementos de animales, rodeadas de empalizadas, con las que encierran el ganado.
Ninguna otra cultura es igual a la masai, siendo estos un pueblo que sigue adelante, aunque lucha por conservar sus costumbres, no siendo nada raro ver a un masai con sus animales, mientras habla por su teléfono móvil.
9. Adentrarte en el Cráter del Ngorongoro.
Uno de los rincones más bellos no solo de Tanzania o de África, sino del mundo. Considerado como un verdadero edén en la tierra, el cráter del Ngorongoro es una de las mayores calderas volcánicas. Este se formó hace más de dos millones de años cuando un volcán erupcionó y se colapsó creando una caldera con paredes de más de 600 metros de altura que a día de hoy se mantienen cubiertas de bosques.
Aquí podemos encontrar alrededor de 25 000 especies, entre las que podemos ver a los 5 grandes: el león, el leopardo, el elefante, el búfalo y el rinoceronte.
10. Gritar a los cuatro vientos: «Hakuna Matata».
Esta famosa combinación de dos palabras, que significa algo así como «Vive la vida y no te agobies», es una de las cosas que más escucharás en Tanzania, siendo prácticamente para ellos una forma de vida. Aunque también te confesamos algo: no te hará falta mucho tiempo para darte cuenta de que en Tanzania es imposible no sentir el Hakuna Matata.
Por último, cuando tengas todo preparado para tu viaje a Tanzania, recuerda que la moneda en curso allí es el chelín tanzano. Cámbialo por tu moneda, antes de lanzarte a esta aventura, con Global Exchange.
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