Hace unos días viajamos dos días en una barcaza por el río Mekong, cruzando desde Tailandia a Laos. Ahora, cansados, llegamos a una ciudad que sorprende a todo visitante. Si todavía no te has decidido a visitar Luang Prabang, cuando termines de leer este artículo y hayas visto las fotos, probablemente lo incluyas dentro de tu próximo destino por el sudeste asiático.
Luang Prabang, donde el Nam Khan se une al Mekong
Hace muy poco que llegamos a Luang Prabang aprovechando el curso del gran río Mekong; ahora podemos acercarnos al lugar más próximo a su confluencia con el río Nam Khan, justo al extremo de la península donde se encuentra el centro histórico.
No es la ciudad más grande de Laos, ni la más importante, pero los encantos de Luang Prabang hacen que muchos ni siquiera se planteen visitar la capital, Vientiane, unos trescientos kilómetros al sur. Y que salten directamente a conocer Vang Vieng.
Su centro histórico sorprende desde el primer momento
Para todos los que hemos conocido otras ciudades asiáticas, es impactante caminar por una ciudad laosiana con calles impecables de casas coloniales francesas, entremezcladas con templos budistas. Pero no queda aquí el atractivo de Luang Prabang, porque nada más salir de su centro histórico volveremos al caos asiático, a lo más auténtico, con mercados tradicionales, cientos de templos y hasta un cerro para tener una panorámica óptima de la ciudad.
Este lugar único, fusión de un fuerte arraigo budista con arquitectura colonial, fue declarado Patrimonio de la Unesco en 1995, aunque hasta 1989 no estaba permitido a los turistas extranjeros visitar Laos. Precisamente, parte de su historia es palpable al visitar el museo del Palacio Real; en sus bellos jardines y en su interior se puede imaginar la vida del Rey Sisavang Vong y la última familia real, destronados en 1975.

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¿La ciudad de los mil templos?
Luang Prabang es conocida como la ciudad de los mil templos. La aproximación no es muy exacta pues no se acerca a tal cifra, pero su presencia sí que es permanente al recorrer la ciudad. También lo es para sus habitantes y para los cientos de monjes que viven y rezan
en su interior. Entre todos ellos, el Wat Xieng Thong, levantado en el siglo XVI, es el más importante y uno de los más interesantes para visitar, con varias edificaciones dentro del mismo recinto.
Otro templo que hay que ver es el Wat Chom Si, en la cima del cerro Phou Si. Aunque no se puede comparar con el imponente Wat Xieng Thong, lo mejor de este lugar son las vistas panorámicas de la ciudad. Aquí seremos conscientes de dónde nos encontramos: en medio de una ciudad inmersa en vegetación tropical. Es muy buena idea subir estos cien metros por la tarde y disfrutar de una bella puesta de sol.
Para terminar el día, todavía nos queda por visitar el mercado nocturno, al final de la calle principal (Sisavangvong Road) y decidir si saciamos nuestro apetito en alguno de sus puestos callejeros o acudimos a pasear por la orilla del río Mekong, donde hay restaurantes de seendat (un tipo de fondue o barbacoa típica laosiana). Si eres de los que le gusta probar la cerveza de cada país, no te olvides de acompañar tu cena con una Beerlao.
Cascadas Kuang Si
A 30 kilómetros de Luang Prabang, las cataratas Kuang Si y su entorno son perfectos para una visita de un día. El frescor del lugar, cubierto de árboles y con varias caídas de agua, es muy apetecible tras salir del calor húmedo de la ciudad. La cascada más alta tiene un salto de 60 metros y es posible llegar hasta arriba en un corto (y resbaladizo) trekking por uno de los costados. Además, tiene algunas zonas habilitadas para el baño.
Kuang Si también tiene otro atractivo: justo al entrar al recinto, encontramos el santuario de osos tibetanos de la fundación Free the Bears, con una veintena de osos descansando o jugando bajo las pasarelas.
Binthabat, la procesión azafrán
Pero si algo es internacionalmente conocido de Luang Prabang es el paseo que los monjes realizan cada mañana recogiendo ofrendas de los vecinos y fieles. Estos madrugan para arrodillarse y esperar en silencio a los monjes, que salen de sus templos sobre las 5:30 h. La procesión azafrán no dura más de quince o veinte minutos, y un lugar muy bueno para observarla es la calle Sakkaline Road y al principio de Sisavangvong Road.
Visa para Vietnam desde Luang Prabang
Muchos viajeros recorren el sudeste asiático pasando por Tailandia, Laos y Vietnam. Si así será tu viaje, deberías tener en cuenta que para entrar en Vietnam, en el momento de redactar este artículo, los españoles necesitamos visado para estancias superiores a 15 días. Ese período es insuficiente si se pretenden conocer varios lugares turísticos como Sapa, Hanoi, Halong Bay, Ninh Binh, Mui Ne o Ho Chi Minh City.
Como hemos visto en este artículo, para visitar Luang Prabang puedes necesitar tres o cuatro días, así que tienes tiempo suficiente para tramitar el visado en el Consulado de Vietnam.
Cómo llegar a Luang Prabang
Si vas a viajar por un largo período por el sudeste asiático, lo más probable es que atravieses por carretera una de las fronteras desde sus países vecinos: Tailandia, China, Vietnam o Camboya. Si no es tu caso, o si justo comienzas tu viaje en Laos, puedes volar hasta el aeropuerto internacional de Luang Prabang; hay vuelos desde Tailandia, Vietnam, Corea del Sur y Camboya.
Por último, te recordamos que la moneda oficial es el kip laosiano, pero podrás pagar sin problemas con el bath tailandés y el dólar americano, monedas ambas que podrás llevar cambiadas de antemano gracias a Global Exchange.
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Imágenes: Mar Serrano.