Esta tarde es especial. Por primera vez en decenas de artículos no me siento delante del netbook a escribir qué me ha gustado más de un destino. Tampoco a esquematizar mi ruta por aquella ciudad. En esta ocasión, hablaré de la logística necesaria para realizar un largo viaje por el mundo, basándome en mi experiencia de cuatro años por 45 países.
La Real Academia Española (RAE) define «logística» en su cuarta acepción como el conjunto de medios y métodos necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa o de un servicio, especialmente de distribución. En el caso de un gran viaje, la empresa, el objetivo, es recorrer el mundo con un presupuesto limitado durante un periodo de tiempo largo o sin determinar.
Para que te sirva de orientación y, sobre todo, de inspiración, ahora que estás pensando en dar el paso; ahora que piensas «es ahora o nunca»; ahora que has llegado a este artículo, te dejo las claves logísticas para organizar un gran viaje por el mundo.
No hay viaje sin viajero.
Todo comienza muchísimo antes del viaje, cuando el espíritu viajero aparece dentro de cada uno. Nace de las experiencias vividas de pequeños, de los viajes en familia, de las rutas pintadas sobre un mapamundi, de los relatos que traía ese familiar o amigo que aprovechaba la más mínima para salir de viaje, de aquel documental cuyas imágenes vienen de vez en cuando a la memoria, de historias de viajes, de libros de viajes y, ahora más que nunca, de blogs de viajes. ¿Ya eres viajero? ¡Sigue leyendo!
Antecedentes.
Con el viajero ya creado, tan solo han de darse las circunstancias oportunas para que arranque un gran viaje. Un cambio de aires, un despido, una excedencia, escuchar la experiencia de otros viajeros, encontrar al compañero de viaje perfecto, un vuelo tirado de precio al otro lado del planeta. Ese hecho no es el causante del gran viaje, tan solo nos permite ver que es el instante preciso para lanzarse a conocer el mundo. ¿Ha llegado ya tu instante?

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Y ojo porque un largo viaje no arranca cuando nos subimos al avión. Empieza una vez tomada la decisión, y sigue en la fase de planificación.
Planificación: presupuesto.
A pesar de que es la duda más preguntada, no existe una única respuesta con la cifra necesaria para un largo viaje. Dependerá del perfil de cada viajero. Hay quien sale sin prácticamente nada y quien lleva grandes ahorros; quien gasta menos que en casa y quien se funde los ahorros rápidamente; quien trabaja por el camino y quien tan solo se limita a administrar bien los recursos. En general, sobre el presupuesto influye:
- El ritmo del viaje,
- los objetivos del viaje,
- las necesidades del viajero,
- la capacidad de ahorro y
- el nivel de gastos.
Con todo, resulta fundamental conocer la economía personal antes de partir y plantear el viaje consecuentemente.
Planificación: ruta.
La ruta suele venir definida en el momento de tomar la decisión de salir de viaje por un largo período de tiempo. Hay quien lo deja todo y se va a dar la vuelta al mundo, quien sigue los pasos de otros viajeros, o quien pretende tachar de una lista todos los países del mundo.
Otros no lo tienen tan claro, y prefieren comenzar por una región, como el sudeste asiático, Sudamérica o Centroamérica. Las semanas previas al viaje son perfectas para leer y aprender cómo hacen otras personas para desplazarse, qué lugares visitan y cuáles son sus consejos.
Aunque hay quien sale de casa caminando, en su propio vehículo, barco o en autobús, es frecuente empezar un gran viaje con un vuelo.
Buscando vuelos económicos.
Mucho se ha escrito sobre cómo encontrar vuelos baratos. Aquí te dejo mi método, partiendo siempre del buscador Skyscanner.
Si te da igual el destino, pon tu ciudad en Desde y «Cualquier lugar» en A. Selecciona una búsqueda de Solo ida y en Salida elige el mes seleccionando «Mes completo».
Si tienes decidido el destino (por ejemplo, Shanghái) pero no hay vuelos económicos (por ejemplo, desde Madrid), puedes buscar ciudades intermedias donde hacer escala. Basta con buscar en sentido contrario, seleccionando la ciudad final como origen para encontrar las conexiones baratas y luego repetir la búsqueda en el sentido que nos interesa. Por ejemplo, si hay un vuelo barato desde Berlín a Shanghái, solo queda encontrar otro vuelo que nos lleve de Madrid a Berlín.
Aunque los buscadores muestran la web más económica donde comprar el vuelo elegido, siempre es recomendable comprobar el precio en la página de la propia aerolínea.
El equipaje: qué llevar a un largo viaje.
Muchos viajeros exponen en sus blogs, con más o menos detalle, el contenido de su mochila antes de salir. Se trata de una información muy útil, no para llevar exactamente las mismas cosas sino para tomar ideas de objetos que podríamos necesitar y que no se nos habían ocurrido.
No consiste en llevar algo por si acaso, porque pesa, ocupa espacio y porque es muy probable que lo puedas encontrar durante el viaje. La utilidad de cada objeto depende de cada viajero y tan solo la experiencia te dirá si te va a hacer falta o no. Por ahora, haz una lista de las cosas que crees necesarias y sigue leyendo blogs de otros viajeros.
La ruta (lógica).
Al contrario del título de este apartado, no existe una única ruta lógica. La lógica la pone cada viajero, en el camino que traza para alcanzar sus destinos elegidos. Para ilustrarlo con algunos ejemplos: recorrer toda Sudamérica en transporte público, cruzar el Caribe en barco, hacer la Patagonia con autoestop, visitar las capitales europeas, cruzar el Atlántico y el Pacífico para dar la vuelta al mundo, viajar sin subir en avión, etc.
Algunos la tienen completamente trazada desde antes de partir y otros la van decidiendo durante el camino. Sobre la marcha, en función de las preferencias de cada uno, de lo que se va aprendiendo durante el viaje, de los consejos de otros viajeros, de los artículos de Internet y de qué opciones de transporte económico existen.
El ritmo de viaje.
Otro factor determinante es el ritmo seguido. Hay viajeros que aprietan al máximo su viaje con tal de pisar todos los países posibles, otros encuentran un país o una ciudad de su agrado, pierden la noción del tiempo y allí se quedan durante meses.
Viajar con redes sociales como Couchsurfing, Workaway o Warm Showers permite una enorme interacción con los habitantes de cada lugar. Además de ahorrar en alojamiento, implica invertir días en vivir como lo hace la gente local, en compartir tiempo con tu anfitrión y, en definitiva, en viajar despacio.
El medio de transporte elegido para cada parte de la ruta también afecta al ritmo, al coste y a la experiencia del viaje. Por mostrarlo con un ejemplo: de Buenos Aires a Ushuaia en autobús (2-3 días), en autoestop (1 semana) o en avión (3 horas y media).
Financiar el viaje.
Para cubrir el gasto diario en alojamiento, comidas y transporte son necesarios recursos económicos. Existen numerosas formas de financiarse, pero pueden resumirse en las siguientes, o en una combinación de ellas:
- Tirar de ahorros. Ahorrar antes de partir para financiar así la larga ruta.
- Subsistir con ingresos pasivos. Como alquilar la vivienda mientras se está fuera.
- Trabajar en ruta. Trabajar online es una opción cada vez más extendida.
- Pausar el viaje para trabajar. Parar la ruta para trabajar un tiempo, ahorrar y continúar el viaje.
- Encontrar un patrocinio. La opción más complicada, aunque no imposible. Permite mantener el viaje, pero puede limitar la libertad de decisión del viajero.
Organizar el día a día.
Viajar un largo período de tiempo suena muy bien, muy apetecible. Lo que no siempre se tiene en cuenta es que requiere organización diaria, sobre todo si se pretende avanzar la ruta de forma fluida y si existe limitación económica.
No es lo mismo organizar un viaje de dos semanas, donde prácticamente se lleva todo programado desde casa, que un viaje de varios meses o incluso años, donde hay que decidir cada día:
- Dónde dormir. Hay países donde funciona muy bien Couchsurfing, otros donde es mejor reservar alojamiento por adelantado, otros donde mejor llegar y buscar…
- Dónde comer. Que sea local y económico. Donde come la población local cada día.
- Qué ver. Plantear una ruta por cada destino cada día.
- Cómo llegar al siguiente destino. Que exista transporte y que se ajuste al presupuesto.
Ahora que todavía estás en casa, sigue leyendo blogs de viajes y alimentando tu wanderlust con las valiosas experiencias de los que ya salieron al mundo y ahora inspiran la que seguro será tu próxima aventura.
¡Acuérdate de cambiar tu dinero!
Por último, algo fundamental en la logística de cualquier viaje es tener a mano la moneda del país al que vayas a viajar. Global Exchange cuenta con casas de cambio de moneda en los principales aeropuertos de más de 20 países. Consulta las oficinas en tu país y viaja con tranquilidad, siempre con la moneda lista para pagar todo lo que necesites.
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