Recuerdo el día en que me enamoré de las cataratas de Iguazú. Fue un flechazo catódico. Tendría unos trece años cuando veía a un misionero jesuita caer, atado a una cruz de madera, por la famosa Garganta del Diablo. Se abría el plano y la magnífica banda sonora del gran Ennio Morricone acompañaba a las imágenes de las más bellas cataratas que existen en el mundo. Así comienza la película La Misión.
El oscarizado film de Roland Joffé (1986) presenta a Jeremy Irons y Robert de Niro como padres jesuitas que, en el siglo XVI, intentan liberar a los indios guaraníes de la exterminación a manos de esclavistas portugueses y españoles. Los paisajes y la historia hicieron que, desde ese día, mi objetivo viajero en la vida fuera conocer las cataratas de Iguazú, la selva que las rodeaba y, por añadidura, Sudamérica.
Estos días no vemos selva y ríos en la televisión (salvo en La 2), sino anuncios de turrón y nieve que nos recuerdan que el invierno está a la vuelta de la esquina… pero no en todo el mundo. Es el verano la estación que está a punto de llegar al hemisferio sur, con sus cálidas temperaturas y largas horas de sol. Debemos escapar de los días cortos y el frío y ver al lloroso hombre del anuncio de la lotería en el canal internacional de la tele de un bar junto a una piscina o el mar…O un río. Como el Iguazú.
Cómo llegar a Iguazú
Las cataratas de Iguazú se encuentran divididas entre Brasil (Paraná) y Argentina (Misiones), pero casi el 80% de sus más de 270 saltos de agua se encuentran en territorio argentino.
Desde España, la mejor opción es volar a Buenos Aires y desde allí tomar un vuelo interno hasta al aeropuerto de Cataratas de Iguazú. El trayecto interno lleva algo menos de 2 horas y los precios más competitivos los suele ofrecer la compañía Lan. Yo he probado tanto esta opción, como la de los valientes: el ómnibus.
Los autobuses argentinos nada tienen que ver con los que tenemos aquí. Los asientos son anchos y confortables y algunos se reclinan casi completamente. Aun así, el viaje desde la inmensa terminal de ómnibus de Retiro (Buenos Aires) lleva unas 18 horas y no te ahorrarás tanto en el precio si consigues los vuelos con cierta antelación. Solo lo aconsejo para quien quiera vivir la experiencia de recorrer el trayecto por carretera y disponga del tiempo suficiente.
Dónde alojarse en Iguazú
Hay dos pueblos donde los turistas hacen base para visitar las Cataratas de Iguazú: Puerto Iguazú (Argentina) y Foz do Iguaçu (Brasil).

Suscríbete gratis a nuestro boletín
Descubre los mejores rincones del mundo, de la mano de nuestros blogueros expertos en viajes. Recibe, cada semana, una nueva propuesta de aventuras en tu buzón.
Mi recomendación es que os alojéis en el lado argentino. Puerto Iguazú está mucho mejor preparada para el turismo. Tiene hostales y hoteles de todo tipo y precios, lugares de ocio, bares, tiendas y transmite bastante más seguridad que las calles de su hermana brasileña.
Para llegar al Parque Nacional de Iguazú solo tenéis que tomar cualquiera de los autobuses que parten constantemente del centro de Puerto Iguazú. Son realmente baratos (alrededor de 1 euro) y el trayecto no llega a 20 minutos.
Si contáis con un presupuesto realmente holgado podéis daros el lujo de alojaros en alguno de los hoteles ubicados en el interior del Parque Nacional, como el Sheraton Iguazú Resort & Spa.
Qué ver en las Cataratas de Iguazú
Este impresionante fenómeno de la naturaleza que fue escogido como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, divide su suntuosidad paisajística entre Brasil y Argentina.
Personalmente, creo que el lado argentino ofrece vistas más espectaculares y mayor diversidad de entretenimiento al viajero. Pero se deben ver los dos. Empezaría por el lado brasileño, dejando lo mejor para el final.
La extensión del parque brasileño es muchísimo más pequeña. Nada más entrar te montas en una especie de autobús turístico que te lleva a la zona de pasarelas y restaurantes. La vista desde este lado no deja de ser sobrecogedora porque los miradores se encuentran encarados a las caídas más impresionantes de agua del lado argentino. No es lo mismo encontrarte justo sobre la famosa Garganta del Diablo que verla de frente, en todo su esplendor.
Una visita de medio día puede ser más que suficiente para disfrutar de las instalaciones brasileñas y los curiosos coatíes que saldrán de la cercana selva para ver si quieres compartir tu comida con
ellos.
El lado argentino es otra historia. Un día casi se queda corto si quieres disfrutar de todo lo que ofrece. Ni siquiera he podido hacer todo en las dos ocasiones que lo he visitado.
Las actividades que no te puedes perder en el lado argentino son las siguientes:
Paseos
Hay dos paseos que recorren gran parte de la extensión del parque: el superior y el inferior.
Al entrar por primera vez tomé el pequeño tren que te lleva al comienzo del circuito superior. Al subir a él se me erizó el vello. Comenzó a sonar la bonita canción de Gabriel´s Oboe de la banda sonora de La Misión. Retuve la melodía para reproducirla en mi mente cuando me asomaba a la barandilla de la pasarela situada lo más cerca posible de la Garganta del Diablo. Apenas puedo reproducir lo que se siente en ese lugar.
El agua cae unos 70 metros con una fuerza brutal. Uno mira a su espalda y ve el río deslizarse tranquilo hacia el abismo. Ese agua -cuyo vapor se eleva desde las profundidades para empaparte entero- me atraía con la fuerza de cien gigantes. La corriente parece mansa e inofensiva a tan sólo unos metros de convertirse en un poder capaz de destrozarte en un salto majestuoso al vacío. Mi mirada se posaba, absorta, sobre las rocas y plantas que se asomaban al precipicio. Fijas a la cuenca del río, parecían desafiar a la fuerza de éste. Estaba seguro de que podría llegar a ellas sin que me pasara nada. Creo que algún loco ha saltado las vallas de las pasarelas y ha intentado algo parecido. Yo quería ser uno de ellos.
El recorrido hasta la Garganta del Diablo también puede realizarse a pie. Así lo hice en mi segunda visita y os lo recomiendo para poder disfrutar más de la selva que os rodea.
El resto del paseo superior os permite obtener una visión aérea de los saltos y es bastane espectacular. Dos Hermanas, Bossetti y el Chico son algunos de ellos.
El paseo inferior ofrece una perspectiva distinta ya que ves la mayoría de los saltos desde la zona donde muere el torrente despeñado. Los saltos Álvar Nuñez Cabeza de Vaca y Lanusse son dos de los que se unen a los anteriores. En el sendero puedes encontrar lagartos, multitud de aves e incluso armadillos.
Isla de San Martín y paseo en lancha
La isla de San Martín ofrece unas vistas impresionantes: Garganta del Diablo, la Ventana y el Salto de San Martín. Se puede acceder a ella por medio de los botes que salen desde la zona inferior.
Las grandes lanchas naranjas te aproximan lo máximo posible a las violentas cascadas de agua que hay alrededor de la isla, para éxtasis generalizado del personal. En la pequeña playa de San Martín debes sentarte, pensar que estás completamente solo, y disfrutar de uno de los paisajes más bonitos que podrás contemplar en tu vida.
Sendero Macuco
Lleva este nombre por la extraña ave que habita en esta zona selvática. El macuco está en peligro de extinción y será complicado que lo veáis a lo largo de este sendero de algo más de 3,5 kilómetros de largo. Sin embargo, seguro que os encontráis coatíes, monos, otras aves, insectos y alguna serpiente. Una cascada de 20 metros emerge dentro de la selva.
Hay otras actividades que puedes realizar en el Parque Nacional: visitar el centro de interpretación, safaris, aventuras náuticas y recorrer las tiendas o tomarte algo en alguno de los restaurantes.
He viajado con la mochila a cuestas por más de 50 países de los cinco continentes y puedo asegurar, a día de hoy, que las cataratas de Iguazú es lo más bonito que he visto jamás. Me habría gustado poder viajar en el tiempo para verlas cuando aún ningún camino hecho por el hombre llegaba hasta ellas y los guaraníes vivían en paz sobre sus crestas de espuma.
[cta id=»3865″ align=»none»]
Si necesitas más información sobre horarios de visita y tarifas, puedes acceder a la página oficial de información de las cataratas de Iguazú. Es un momento idóneo para visitarlas ahora que el euro está a un nivel tan elevado con respecto al peso argentino. Y recuerda que podrás cambiar tu moneda a este con Global Exchange.
Marcelo
12 Sep 2015Hola David – coincido plenamente sobre tu apreciacion de esta maravilla de la naturaleza – Si quieres viajar un poco en el tiempo, y ver como eran las cataratas en los años 60 – mira en YOUTUBE, dos peliculas
1) Los ultimo 5 minutos de «La burrerita de Ypacarai» (Isabel Sarli)
2) El film «La Mujer de mi padre» tambien de Isabel Sarli (hay varias secuencias))