Cuando te hablan de un destino y tienes que, prácticamente, buscarlo en el mapa, significa que no sabes mucho sobre él. Y eso mismo es lo que me pasó hace unos meses cuando me enteré de que iba a pasar un año entero en Bulgaria.
Como puede que a ti también te pase lo mismo y, como yo, no sepas lo que te estás perdiendo, he venido hasta estas líneas para contarte 10 cosas de Bulgaria que debes saber. Porque sí, lo reconozco, después de casi dos meses, estoy enamorada de este país.
1. Encontrarás paisajes de infarto.
Para entender mejor este punto, antes de nada, situemos este país. Bulgaria está en el sudeste de los Balcanes y comparte frontera con Rumanía, Turquía, Serbia, Grecia y Macedonia.
De ahí que vayas a encontrar desde verdes valles, en la zona del Danubio por ejemplo, hasta impresionantes acantilados, en la zona del Mar Negro, pasando por grandes montañas en las que disfrutar de interesantes rutas de senderismo, como en Vitosha. Esta última te quitará el hipo ya que perfila su capital, Sofía, lo que hace que sientas como si estuvieses viviendo en ella.
Además, ten en cuenta que es un país que sigue siendo, principalmente, rural por lo que tiene preciosas zonas en las que podrás perder el wifi y, a la vez, la noción del tiempo.

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2. La moneda en curso es el lev.
No, en Bulgaria no hay euros (sí que pertenecen a la Unión Europea) sino que este país tiene el lev búlgaro (BGN) como moneda en curso. Para pagar allí encontrarás billetes de 2, 5, 10, 20 y 100 levs y monedas (llamadas stotinki) de 1, 2, 10, 20 y 50.
Antes de viajar hasta allí, recuerda cambiarla por la tuya con Global Exchange.
3. Su dieta no tiene nada que envidiarle a la mediterránea.
¿Quién necesita la dieta mediterránea? Una vez que conozcas la búlgara, te darás cuenta de que nadie, más bien al contrario. Porque esta es de lo más variada y podrás comer de todo: frutas y verduras frescas (tomates que saben a tomates), carne, pescado… Eso sí, ni se te ocurra comparar ni su yogur ni su queso con los griegos porque no te gustará la mirada que vas a recibir. Son completamente distintos y sus orígenes también, y te lo harán saber.
4. Ármate de paciencia para entender su idioma.
Digamos que para mí, a día de hoy y después de casi dos meses viviendo en Bulgaria, el búlgaro sigue siendo un idioma ininteligible (algunas frases sí que soy capaz de decir, ¿eh?). Y de eso te das cuenta, por ejemplo, cuando vas a la farmacia a por un antiinflamatorio y sales de ella con un antidiarreico.
Pero no solo es imposible descifrar algo en el lenguaje hablado, no, sino que también lo es en el escrito. Porque su alfabeto es el cirílico y nada tiene que ver con el nuestro. Si, en cambio, dominas el ruso, te resultará muy sencillo. Si no es así, ¡suerte!
5. Sofía tiene una actividad cultural efervescente.
En su capital encontrarás actividades culturales para todos los gustos, sobre todo cuando llega el buen tiempo. Desde conciertos hasta óperas al aire libre (al lado de la catedral de Alexander Nevski, por ejemplo), pasando por grandes eventos en el Teatro Nacional Ivan Vazov, te harán ver que Sofía está a la altura de cualquier capital europea que se precie.
6. Playas para todos los gustos.
Como ya te he comentado antes, el Mar Negro baña Bulgaria. Y además de los paisajes con los que te toparás, podrás disfrutar de playas de distintos tipos.
En general y durante los meses estivales, la mayor parte de ellas ofrecen un ambiente muy distendido ya que muchas familias búlgaras pasan sus vacaciones allí. Pero si lo que quieres es vivir un ritmo más acelerado, menos diurno y más nocturno o de resort, podrás desplazarte hasta su afamada Sunny Beach.
7. Abróchate bien el cinturón para conducir.
Bulgaria es un país para ser recorrido en coche, eso es una realidad. Pero lo que también es una realidad es que conducen como locos. Con deciros que después de hacer más de 1000 kilómetros en coche durante mis vacaciones no ha habido ni un momento en que no haya tenido la sensación de que cuando se ponen al volante, no tienen ningún tipo de aprecio por su vida…
Si te decides a alquilar un coche (mi consejo es que lo hagas o te perderás grandes lugares), intenta conducir siempre de día porque, además de la frenética conducción de los búlgaros, las carreteras no están demasiado iluminadas. Eso sí, las autopistas están muy preparadas y no te resultará difícil conducir por ellas con la luz del sol.
8. Te saldrá más barato beber cerveza que agua.
Los precios, de por sí, a cualquier europeo le parecerán de risa (sobre todo fuera de la capital). Pero si hablamos de la bebida de cebada que tanto gusta a muchos (entre los que me incluyo, claro), te diré que te compensa, por precio, beberla en lugar del agua (en muchos lugares tendrás medio litro por un euro o menos). Además, cuentan con una amplia variedad de cervezas, a cuál mejor.
Y hablando de bebidas, no te puedes ir de este país sin probar la rakia, una especie de licor de hierbas, que ellos suelen tomar comiendo una ensalada y yo cerca de una cama en la que perder el conocimiento, si tomo más de dos. Si puedes probarla en una zona rural, mejor que mejor.
9. El autobús será tu fiel aliado.
Si tienes tiempo para moverte desde Bulgaria a otros países cercanos, te resultará muy sencillo (y barato) hacerlo en autobús. Encontrarás de todos los tipos pero, en general, son bastante cómodos. Lo único, deberás armarte de paciencia porque, en mucho casos, te llevará miiiles de horas llegar a tu destino.
Para comprar los billetes lo mejor es que te acerques a la estación de autobuses de Sofía (siempre y cuando estés por la capital) y preguntes en una de las muchas compañías que ofrecen allí sus servicios.
10. No te dejes llevar por la primera impresión.
De primeras, los búlgaros pueden parecer más secos que nada (ya he aprendido a no dar abrazos o besos al conocer a alguien) pero, realmente, cuando los conoces te das cuenta de que nada más lejos de la realidad. Es cierto que no tienen un carácter latino, pero cuando necesites algo (y ya tengan un mínimo de confianza contigo), te darán lo que sea.
Y ahora que ya sabes todas estas cosas, te animo a que, por supuesto, ¡las compruebes por ti mismo!
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© Imágenes: Miriam Gómez Blanes.
Saturn
20 Abr 2017Por cierto, la rakia no es licor de hierbas, sino de frutas fermentadas. Muy famosas son las rakia de ciruelas, de uvas y de frutas mezcladas
Miriam Gómez Blanes
20 Abr 2017¡Gracias por la aclaración! 🙂